viernes, 4 de febrero de 2011

¿Los elefantes le temen a los ratones?



¡Que tal estimados bloggers! 

Espero que se encuentren muy bien e interesados en nuestro siguiente descubrimiento. Esta ocasión les hablaremos del supuesto miedo que los elefantes le tienen a los ratones.

Si bien es cierto que los paquidermos son animales gigantescos y los roedores son unos seres diminutos, esto no evita que los elefantes les “teman”.

De acuerdo a unas fuentes consultadas, lo que provoca este temor a los elefantes es el tamaño y no la especie de animal que son los ratones. Es decir, los elefantes se ponen nerviosos con cualquier ser que tenga tamaño similar al de los roedores puesto que les provoca incertidumbre la poca capacidad que tienen de captar sus movimientos.

Como ya mencionamos anteriormente los elefantes tienen una muy pobre visión hacia objetos que estén a corta distancia y de un tamaño muy pequeño como los ratones. Es por eso que temen que dichos animales se les puedan introducir a su trompa u orejas. Ante este supuesto, el biólogo y veterinario del Zoo Aquarium de Madrid, Enrique Sáez, señala que esto nunca ha ocurrido antes. A pesar de lo que menciona el biólogo español, los elefantes producen pisoteos ante la presencia de animales de este tamaño.

La mayoría de la gente cree que los elefantes le tienen miedo a los ratones. Pero lo que sucede en realidad es que debido a su mala visión y la ubicación de sus ojos, estos paquidermos no distinguen a estos pequeños animales.

Es un mito decir que los elefantes le temen a los ratones por lo que son, la realidad es que le tienen miedo a cualquier ser que tenga esas dimensiones. Para confirmar nuestra respuesta aquí les dejamos un video de Cazadores de mitos, un grupo de investigadores que realizan experimentos para comprobar o desmentir algunos mitos.



Una vez concluido este tema, nos despedimos estimados lectores esperando sus propuestas y comentarios.

Les recordamos que nos gustaría muchísimo recibir sus propuestas y ayudarlos a desmentir sus mitos o confirmar sus realidades. ¡Hasta entonces!

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